martes, 24 de noviembre de 2009

IDIOMA DE LOS AZTECAS




Los aztecas o mexicas, hablaban el dialecto náhuatl y al extenderse su imperio la lengua se difundió considerablemente. Sin embargo, los vencedores no intentaron imponer su idioma entre los pueblos conquistados. Una parte de estos, en primer lugar, ya lo hablaba en alguno de sus dialectos, ante todo en la zona que hoy abarcan el Distrito Federal y otros estados de México. Pero muchos gruposotomíes, , totonacos, huaxtecos, zapotecos y muchos otros han conservado sus lenguas nativas hasta la época moderna.
Es cierto que en todas partes del imperio vivían gobernadores, caciques, recolectores de
tributos y mercaderes cuya lengua era el náhuatl, pero el habla de las masas no parece haber sufrido grandes cambios, a menos que hayan sido introducidas algunas palabras prestadas. Sin embargo, las fuentes históricas nos aseguran que los pueblos tributarios se vieron obligados a entrenar un cuerpo de náhuatlatos o traductores. Recién llegados a la costa veracruzana en 1519, Hernán Cortés tuvo contacto con cinco oficiales totonacos, de los cuales, según se descubrió, dos hablaban la lengua de Moctezuma.En México-Tenochtitlan el grupo dirigente se preocupaba sobremanera del cultivo de la lengua. Existían escuelas y academias en las cuales, entre otras actividades culturales, se enseñaba a la juventud a hablar bien, a memorizar, a recitar, cantar, a "ensartar palabras bellas". En los templos había toda una escuela asalariada de compositores de poesía y canto en servicio del sacerdocio y la nobleza. En toda comunidad, por pequeña que fuera, había oradores quienes eran llamados a hablar en las ocasiones solemnes del ciclo de vida. Recitaban los famosos huehuetlatolli o discursos morales, llenos de retórica y metáforas elegantes.
Una de las mayores
empresas culturales de los antiguos nahuas fue el registro de textos en libros escritos. Estos libros, que hoy llamamos "códices", eran fabricados de fina piel de venado o de papel, y doblados en forma de biombo. En ellos se encuentra la primera grafía de la lengua náhuatl que conocemos con seguridad, aunque es posible que existan caracteres en monumentos arqueológicos por pueblos nahuas anteriores a los aztecas.Desgraciadamente, la desaparición a través de los siglos de los libros antiguos no ha permitido una reconstrucción satisfactoria del sistema de escritura prehispánico. No obstante, la existencia de centenares de códices coloniales que contienen elementos jeroglíficos proporcionaría datos para un estudio minucioso del sistema, estudio que todavía no se ha realizado

LA

RELIGION




El culto a los dioses formaba parte indisoluble de la vida de todos y de cada uno de los habitantes de México. Desarrollaron una religión en la que fueron incorporando las divinidades de los pueblos conquistados
La religión azteca, principalmente el culto a Huitzilopochtli, expresaba una verdadera
ideología imperialista. El principal dios de los aztecas les había prometido, a cambio de los sacrificios humanos que les exigía, el dominio del mundo. La armonía del universo dependía de dioses que recuperaban su vigor mediante la sangre de los hombres más eminentes y, en especial, de los guerreros valerosos, provistos a los dioses mediante la guerra.
En algunos relatos se informa que practicaban la antropofagia con los cuerpos sacrificados. Una de las posibles causas de este ritual es la creencia de que, consumiendo el cuerpo del guerrero valeroso, se incorporaría en uno el espíritu del mismo, reforzando así su propia
fuerza. Otra de las creencias era que el sacrificado era un enviado frente al dios, y que consumiéndolo se estaría más cerca de la dividid
Los sacrificios humanos aztrecas impresionaron desde el comienza a los españoles. Los aztecas confundieron a los primeros conquistadores con los dioses, y les enviaron todo tipo de
ofrendas. Esta impresión hizo decir a los españoles que no pasaba día sin que inmolaran por lo menos a una persona.
El sacrificio anual de mayor emotividad se realizaba en homenaje a Tezcatlipoca. Con un año de anticipación los sacerdotes elegían a un prisionero joven para representar al dios, y durante ese año lo educaban en distintas artes –por ejemplo a tocar la flauta de
cerámica-, lo vestían con trajes muy bellos, y todo el mundo lo reverenciaba como si fuera la imagen viviente del dios. Cuando comenzaba el mes del sacrificio, lo casaban con cuatro vírgenes –que tenían el nombre de cuatro diosas-, y se hacían grandes fiestas.
El día señalado, era acompañado por las mujeres en una embarcación por el lago hasta llegar a una
pequeña isla donde estaba el templo. Allí se dirigía solo a la pirámide, subiendo lentamente los peldaños y quebrando las flautas de cerámica que había utilizado para adorar al dios. En la plataforma, cuatro sacerdotes lo recostaban sobre la piedra del sacrificio sujetándole los brazos y las piernas, y un quinto le habría rápidamente el pecho con un cuchillo de sílice, y le arrancaba el corazóncon la mano, para ofrecérselo a la divinidad. La sangre se recolectaba luego en un vaso sagrado, y su corazón luego se quemaba en homenaje al dios.
En otras ocasiones la víctima debía combatir contra otros guerreros hasta morir, incluso en el
juegode la pelota, el jefe del equipo vencido era sacrificado ceremonialmente.
Además de Huitzilopochtli (el colibrí), dios tribal de los aztecas, habían adoptado otros de diferentes pueblos, como Tlaloc, dios olmeca de la lluvia; Quetzalcoatl (serpiente emplumada), dios de la sabiduría tolteca, y Tezcatlipoca, uno de los dioses creadores, de origen mixteca.

UBICACION Y SU ORIGEN





Ubicación
Azteca o Mexica, miembro de un pueblo que dominó el centro y sur del actual México, en Mesoamérica, desde el siglo XIV hasta el siglo XVI y que es famoso por haber establecido un vasto imperio altamente organizado, destruido por los conquistadores españoles y sus aliados tlaxcaltecas.
Origen
En la zona geográfica que corresponde a la mitad sur del México actual, se desarrolló una gran actividad cultural desde unos 2000 años a. C. En esta región habitaron diversos pueblos, algunos de los cuales nos han dejado muestra de su floreciente cultura, como es el caso de los restos arqueológicos de la ciudad de Teotihuacán, ya deshabitada cuando llegaron los españoles.
En la meseta central mexicana desde finales del siglo VII hasta mediados del siglo XII, se desarrolló la cultura tolteca que llegó a fusionarse con la maya en su expansión hasta el Yucatán. En este marco geográfico, más concretamente en las orillas e islas del lago Texcoco, se desarrolló la civilización azteca, una de las civilizaciones
mejor conocida de la América precolombina y la unidad política más importante de toda Mesoamérica cuando llegaron los españoles.
Los
aztecas son herederos de la tradición cultural de los toltecas, que sirven de nexo entre la cultura azteca y la maya.
Los aztecas, que se hacían llamar a sí mismos «mexicas», llegaron del norte y se asentaron en la cuenca del Texcoco a mediados del siglo XII, fundando su
capital, Tenochtitlán, en 1325. La palabra «azteca» tiene su origen en una legendaria tierradel norte llamada «Aztlán». Según cuenta la leyenda, los aztecas abandonaron esta mítica Aztlán, por orden de los dioses y debían instalarse allí donde encontrasen un águila devorando a una serpiente.

SU GASTRONOMIA




El ingrediente básico más importante de la cocina azteca fue el maíz, un cultivo que era tan importante para sociedad azteca que, incluso desempeñaba un papel central en su mitología. Así como el trigo en Europa y el arroz en la mayoría de Asia oriental, un alimento sin el cual la comida no era comida. Se cultivaba un inestimable número de variedades, las cuales varían en color, textura, tamaño y calidad; era comido principalmente en forma de tortillas, tamales o atole, además de otros guisos. Otros alimentos comunes entre los aztecas, fueron la sal y los chiles, que eran los condimentos básicos de la cocina azteca; llegando incluso a ser sacrificio el privar la comida de estos sabores. Otros alimentos importantes fueron los frijoles y las diferentes variedades de granos de amaranto, y la chía. La combinación del maíz y estos alimentos básicos habrían proporcionado al pueblo azteca, una dieta decente sin importantes deficiencias en vitaminas o minerales. El tratamiento del maíz era llamado nixtamalización, y consistía básicamente en cocinar los granos de maíz en soluciones alcalinas, lo que aumentaba enormemente el valor nutricional de la mazorca común.
Agua, atole y
pulque, el jugo fermentado del maguey; fueron las bebidas más comunes entre la sociedad azteca. Además diversas bebidas alcohólicas, que era fermentados de la miel, jugo de diversas cactáceas y frutos. La élite de la sociedad se enorgullecía de no beber pulque, una bebida de plebeyos; ya que preferían beber diversas bebidas preparadas con cacao. Esta bebida era uno de los mayores lujos disponibles; ya que fue la bebida de gobernantes, guerreros y nobles. Fue condimentada con chiles, miel y una aparentemente interminable lista de hierbas y especias.
La dieta azteca incluía una impresionante variedad de animales;
pavos y diversas aves de corral, además de tuzas, iguanas, ajolotes (un tipo de salamandras común en el Lago de Texcoco), camarones, pescado y una gran variedad de insectos, huevos y larvas de insectos. También consumían diversos hongos y setas, especialmente el huitlacoche, un hongo parásito que crece en las mazorcas del maíz. La calabaza era muy popular y se le encontraba en muchas variedades diferentes en los mercados del México prehispanico; también eran consumidas sus semillas, ya fueran frescas, secas o tostadas, eran especialmente populares. Los tomates también eran un ingrediente común, aunque se consumían diferentes variedades a las actuales; se le consumía a menudo mezclado con chile en salsas o como relleno para tamales.

LOS SACRIFICIOS




Un elemento fundamental en el culto religioso eran los sacrificios humanos, que para los Aztecas eran una especie de compensación o pago que los hombres daban a los dioses. Huitzilopochtli y todas las demás deidades, recibían su parte en la vida del pueblo:
"Como dios que es, desdeña los alimentos groseros de los hombres y solo puede mantenerse con la vida misma, la substancia mágica que se encuentra en la sangre del hombre. Así, la guerra, la conquista y el sometimiento de otros pueblos, tenían motivos económicos y políticos, pero también razones religiosas de búsqueda de prisioneros para su Inmolación".
El sacrificio más común consistía en arrancar el corazón a la víctima, ofreciéndolo enseguida al Dios, para ello, cuatro Sacerdotes sujetaban al sacrificado, que colocado sobre una piedra (llamada Techcath) por sus extremidades, y un quinto Sacerdote ejecutaba la operación con un cuchillo de pedernal, con el que le daba un golpe en el pecho para arrancarle el Corazón; que era después, ofrecido a los dioses. La sangre era dada a gustar a los Idolos, la carne, tenida por divina, era comida y el corazón era depositado en un recipiente llamado: Cuauxicalli. En otras ocasiones, durante la fiesta en honor a Xiutecuchtlil, dios del Fuego, la víctima era arrojada con intervalos sobre un montón de brasas. Otras formas de sacrificio consistían en tener al prisionero atado en un sitio para después lanzarle flechas hasta que este muriese, y la sangre que caía a la tierra se suponía la hacia fértil. En honor de la tierra y de Xipe, a la víctima se le desollaba después de matarla y el sacerdote se vestía con la piel de aquella. Y no dejaba de haber, para algún valiente Guerrero enemigo, antes de aplicársele la muerte común, sobre todo en la fiesta del "Tlacaxipehualiztli" que era el simulacro de un combate contra varios guerreros Aztecas mejor armados. Este sacrificio fue después llamado: Gladiatorio. Había meses consagrados al sacrificio de niños que eran llevados a las cumbres de los montes, adornados con plumajes y guirnaldas; sus sacrificadores los acompañaban tañendo instrumentos musicales, cantando y bailando. La ceremonia de inmolación tenia como objeto el pedir lluvias, y si los niños lloraban era un buen Signo. El corazón les era arrancado como parte final del acto. En la fiesta del Toxcatl se sacrificaba a un mancebo (imagen de Tezcatlipoca), a quien durante todo un año se le agasajaba con fiestas y regalos, preparándosele para la muerte. Los ritos exigían que hubiese también ofrendas y oraciones, sahumerios con copal y otros actos. Las calaveras de los sacrificados se conservaban en el Tzompantli, o gradería de cal y piedra. El de Tenochitlan tenia no menos de 136,000 de ellas al tiempo de la Conquista.

EL JUEGO DE LA PELOTA


El juego de pelota, tlachtlí, se jugaba en un patio que tenia forma de "H" acostada. A ambos lados del travesaño de la H se extendían los muros y en el medio de cada uno se insertaba verticalmente un anillo de piedra o de madera, a diferencia de la posición horizontal del aro en el juego del baloncesto que hoy conocemos. Los jugadores trataban de pasar a través de este anillo una pelota de hule macizo, a la cual sólo le podían pegar con los codos, las caderas o las piernas. Debe de haber habido otros métodos de señalar los puntos además del antes mencionado, pues éstos, naturalmente, raras veces se lograban; tan es así que cuando tal sucedía los jugadores y sus partidarios tenían el derecho de despojar de sus ropas a los contrarios.
Este deporte se jugaba por todas partes, pues se han encontrado lugares donde se practicaba desde la república de Honduras hasta el sudeste de Arizona; y tiene un interés especial para todos nosotros por que la primera descripción del hule, tan importante en nuestra economía moderna, fue hecha cuando Oviedo escribió en el siglo XVI acerca del juego y de la pelota que se empleaba en sus practicas.

SUS DIOSES





Huitzilopochtli:
Etimológicamente quiere decir pájaro mosca izquierdo. Debe tenerse en cuenta que el lado izquierdo, en la concepción cósmica de los aztecas correspondía al Sur. Sin duda, además Huitzilopochtli era una forma del sol, puesto que cuando se le sacrificaban víctimas los corazones eran expuestos al sol.
Lo de pájaro mosca venía de la siguiente leyenda, la cual parece indicar que antes de llegar a ser el dios de la guerra fue un dios totémico, un colibrí:
Huitzilopochtli había sido concebido por la Virgen - Madre Coatlicue (la del traje tejido con serpientes), que era ya madre de una hija y de numerosos hijos, llamados los Centzon-Huitznahuas (los cuatrocientos meridionales). Coatlicue, estando un día orando en el templo del Sol, recibió del Cielo una corona de plumas de colibrí. La puso sobre su seno y quedó encinta del dios de la guerra. La hija, furiosa, pues creía deshonrada a su madre, instigó a los Cuatrocientos Meridionales (es decir, las estrellas meridionales, enemigas del Sol) para que la matasen. Pero Cuatlicue pudo librarse de ellos y dar a luz a Huitzilopochtli, que por cierto, nació enteramente armado, como la Atena griega; revestido con una armadura azul, con la cabeza y la pierna izquierda adornadas con plumas de colibrí y una jabalina azul también en la diestra (signo de habilidad).

Al punto, precipitándose sobre su hermana, la mató; luego y sirviéndose de Xiuhcoaltl, la serpiente de fuego, su atributo distintivo, exterminó a los Centzon-Huitznahuas y a cuantos habían complotado contra su madre.
Se solía representar a este dios como un guerrero con la parte alta de la cara pintada de negro, cubierto con una armadura de plumas y llevando en la mano izquierda un escudo y en la derecha el xiuhcoaltl. En su calidad de dios tribal, le estaba dedicado el templo de México. Los corazones de las víctimas que eran sacrificadas en su honor, eran puestos en recipientes de piedra llamados quanhxicalli, recipientes del águila, alusión a una de las formas del dios. Tal vez una divinidad más antigua que él (cuyo hermano era Tezcatlipoca, espejo brillante, dios del invierno y no se sabe el porqué, también de la justicia) era sin duda Quetzalcoaltl, la serpiente emplumada, que los aztecas debieron de encontrar ya al conquistar México.
Se decía que esta serpiente había tenido que retirarse ante el ataque de los aztecas, acabando por embarcarse para ir hacia los países del Este, al otro lado del Atlántico. Pero que un día volvería a tomar el desquite. Esta antigua creencia no dejó de ayudar mucho a Cortés, que al tener noticia de la tradición, la empleó y la explotó para sus alianzas con las tribus enemigas de Moctezuma cuando su prodigiosa conquista de México.


Tezcatlipoca (espejo humeante):
Era el dios del Sol; personificaba el sol del verano, que madura las cosechas, pero que trae también la sequedad y la esterilidad. Como dios de la tarde, era asimilado a la Luna. Recibía diversos nombres, según las fiestas en que era invocado, algunas de las cuales le estaban consagradas en su calidad de dios de la música y de la danza. Era invisible e impalpable, apareciendo, a veces, a los hombres, bajo la forma de una sombra fugitiva, de un monstruo espantoso o de un jaguar.
Según una leyenda, Tezcatlipoca erraba por las noches bajo la forma de un gigante, envuelto en un velo ceniciento y llevando su cabeza en la mano. Cuando los temerosos le veían morían, pero el hombre bravo le agarraba y le decía que no le soltaría hasta por la mañana. El gigante suplicaba que le soltase y maldecía. Si el hombre conseguía retener al monstruo hasta el alba, éste entonces cambiaba de humor, le ofrecía riquezas y poderes invencibles con tal de que le dejase partir antes del amanecer. El hombre victorioso recibía entonces, del vencido cuatro espinas como prenda de su victoria. Luego el hombre valiente le arrancaba el corazón y se lo llevaba a su casa. Pero al desdoblar la tela en que lo había metido no encontraba sino plumas blancas o una espina, o ceniza, o harapos. Los aztecas le temían más que a todo otro dios y le ofrecían también sacrificios sangrientos. Cada año, el más hermoso de entre los jóvenes cautivos era escogido para personificarle. Le enseñaban a cantar, a tocar la flauta, a llevar flores y a fumar. Le vestían suntuosamente y ponían ocho pajes a su servicio. Durante todo el año le prodigaban toda clase de honores y placeres. Veinte días antes de la fecha dispuesta para el sacrificio le daban como mujeres a cuatro jóvenes, que personificaban a cuatro diosas. Luego empezaban una serie de fiestas y danzas. Llegado el día fatal, el joven dios era conducido con gran pompa fuera de la ciudad y sacrificado en la última plataforma del templo. De un solo golpe con un cuchillo de obsidiana, el sacerdote le abría el pecho y le sacaba el corazón palpitante, que ofrecía al Sol.
Tezcatlipoca era el gran enemigo de Quetzalcoatl, cuyo mito parece evocar una gran lucha étnica. Tezcatlipoca no pensaba sino en la destrucción de los de Tula, es decir, de los toltecas, de los que Quetzalcoatl era el dios más importante antes de llegar a ser, luego de la caída de los toltecas, una de las principales divinidades aztecas.
Un día los de Tula vieron entrar en la ciudad tres brujos, uno de los cuales no era otro que Tezcatlipoca bajo la apariencia de un hermoso joven. Este consiguió seducir a la sobrina de Quetzalcoatl, hija del rey Uemac, lo que le permitió extender el Tula el gusto a la desobediencia a las leyes y el vicio. En una gran fiesta bailó y entonó un cántico mágico. Pronto fue imitado por un gran número de toltecas, a los que condujo a un puente, que hundiéndose bajo su peso, hizo caer a la mayor parte al río, donde fueron convertidos en piedras. Poco después se mostró a los toltecas haciendo bailar mágicamente en su mano a un muñeco. Maravillados se amontonaron de tal modo para ver mejor el espectáculo prodigioso, que muchos murieron asfixiados. Entonces les dijo que debían matarle por los males que había ocasionado. Le mataron, en efecto, mas al punto su cuerpo empezó a exhalar tal olor, que muchísimos de los toltecas morían. En fin, tras muchas pérdidas, consiguieron sacarle fuera de la ciudad cuando ya casi la había arruinado.
Tezcatlipoca era representado con cabeza de oso y ojos muy brillantes. Llevaba en la cara rayas amarillas y negras. Su cuerpo era negro también y sus tobillos estaban llenos de campanillas, provocaba discordias y la guerra. Pero también era dispensador de riquezas. Los aztecas le atribuían el poder de destruir el Mundo si le placía. Como la mayor parte de los otros dioses, resucitó y volvió del cielo a la tierra.

Quetzalcoatl (El dios el Viento):
Quetzalcoatl fue conocido desde tiempos anteriores y era considerado como una divinidad del Viento, en la leyenda Tolteca se le dio una mezcla de características humanas y sobrenaturales. Y su nombre fue usado por Reyes y Sacerdotes, por ello se deben hacer distinciones precisas. En la Leyenda Tolteca Quetzalcoatl fue un reformador religioso que predico con una conducta diferente, por lo cual entro en choque con el Sacerdocio de Tezcatlipoca, el cual lo venció y lo expulso de Tula.
Se cree también que esta lucha se produjo por las diferencias que existían entre el mismo pueblo, las diferencias se cree que eran sociales y económicas; ya que los Olmecas eran quienes poseían la mejor situación y cultura, mientras que los Nahuas eran más pobres y su tradición religiosa era más primitiva. Se supone que Quetzalcoatl se marcho de Tula en compañía de sus discípulos y prometio según la Leyenda que algún día regresaría por el Oriente. Llegando a la costa se convirtió en la Estrella matutina. Otra leyenda mas cuenta que al retorno del mismo (en la cual se decía Blanco y Barbado) influyo en la mentalidad después al tiempo de la Conquista, ya que decía que Cortes era la reencarnación de Quetzalcoatl.
Después que un pequeño grupo de Toltecas emigraron hacia el sudeste y su influencia se registro en el área Maya, en donde Quetzalcoatl fue nombrado con el nombre de Kukulcan. Pero no solo fue este el nombre con el cual se le conoció, si no que es solo uno de los nombres que se le dieron con el paso de el tiempo y las culturas que lo adoraban.
Entre los nombres que se le atribuyen están:
Dios del Viento, Dios de la Vida, El planeta Venus y el Dios de los Gemelos, Quetzalcoatl, Ehecatl, Tlahuizcalpantecuhtli y Ce Acatl

EL CALENDARIO AZTECA




El Calendario es evidencia de los conocimientos de Matemáticas y Astrología que los Aztecas tenían, el calendario contiene las figuras o imágenes de sus Días, Meses y Soles (ciclos Cósmicos).
El calendario es 3.6 metros de diámetro y pesa al rededor de 24 toneladas métricas, tomo 52 años para completarlo de 1427-1479; se cree que este periodo duró debido al uso de herramientas de piedra. El calendario Azteca es 103 años más viejo que el Calendario Gregoriano, que es usado en el ámbito mundial hoy. El calendario estaba colocado en el tope del Templo Principal en Tenochitlan, Capital del Imperio Azteca. El Calendario estaba colocado al Sur en posición vertical y estaba pintado en rojo vibrante, Azul, Amarillo y blanco.
El calendario fue enterrado por los Españoles cuando Conquistaron Tenochitlan, el calendario estuvo perdido por 250 años; hasta diciembre de 1790 cuando fue encontrado por accidente cuando se realizaban reparaciones a la Catedral (que se encuentra asentada en el lugar que antes fuera la Capital de Imperio Azteca en el centro de Tenochitlan). Hoy se encuentra en el Museo Nacional de Antropología en México. La Cara de Tonatiuh esta en el centro del calendario, al rededor de la cara se encuentran cuatro cuadros que representan los cuatro Movimientos (conocidos también como los Cuatro Soles, o Cuatro Mundos), que representan los diferentes Fines (la Forma en que los Mundos terminaron), primero por Animales salvajes, después por Vientos, por Fuego y por ultimo por Inundaciones. Los Aztecas creían que vivan en el último Mundo.
El siguiente círculo muestra Veinte recuadros, cada uno contiene el nombre de los Veinte días del mes Azteca:
Coatl , Cuetzpallin, Calli, Ehecatl, Cipactli, Xochitl, Quiahuatl, Tecpatl, Ollin, Cozcacuauhtli, Cuauhtle, Ocelotl, Acatl, Malinalli, Ozomantli, Itzquintli, Atl, Tochtli, Mazatl, Miquiztli
El Año azteca consiste de 18 meses, cada uno contiene 20 días, y cada mes tenia un nombre propio; así que esto cubre los 360 días (18*20). Cinco puntos fueron adheridos al circulo, que son conocidos como: Nemontemi y que son los días de Sacrificio.
El siguiente círculo esta compuesto de cuadros o secciones con Cinco puntos, probablemente representan las Semanas con Cinco días. Después hay ocho Angulos que dividen el calendario en Ocho partes, que representan los Rayos del Sol orientados hacia los puntos Cardinales. En la parte baja del Calendario, dos enormes Serpientes encierran el Calendario y se encuentran Cara a Cara. Sus cuerpos son divididos en secciones donde están marcados los Ciclos de 52 anos. Un cuadrado esta tallado entre las colas de las Serpientes, en el cual se encuentra la Fecha 13 Acatl. Esto corresponde a 1479, el Año que el Calendario fue terminado. Ocho hoyos aparecen esparcidos igualmente en la orilla del Calendario. En el cual los Aztecas colocaban palos en estos hoyos para que la sombra cayera sobre las figuras del calendario, esto hace creer que se usaba también para determinar el tiempo Solar.

Dioses

Huitzilopochtli:
Etimológicamente quiere decir pájaro mosca izquierdo. Debe tenerse en cuenta que el lado izquierdo, en la concepción cósmica de los aztecas correspondía al Sur. Sin duda, además Huitzilopochtli era una forma del sol, puesto que cuando se le sacrificaban víctimas los corazones eran expuestos al sol.
Lo de pájaro mosca venía de la siguiente leyenda, la cual parece indicar que antes de llegar a ser el dios de la guerra fue un dios totémico, un colibrí:
Huitzilopochtli había sido concebido por la Virgen - Madre Coatlicue (la del traje tejido con serpientes), que era ya madre de una hija y de numerosos hijos, llamados los Centzon-Huitznahuas (los cuatrocientos meridionales). Coatlicue, estando un día orando en el templo del Sol, recibió del Cielo una corona de plumas de colibrí. La puso sobre su seno y quedó encinta del dios de la guerra. La hija, furiosa, pues creía deshonrada a su madre, instigó a los Cuatrocientos Meridionales (es decir, las estrellas meridionales, enemigas del Sol) para que la matasen. Pero Cuatlicue pudo librarse de ellos y dar a luz a Huitzilopochtli, que por cierto, nació enteramente armado, como la Atena griega; revestido con una armadura azul, con la cabeza y la pierna izquierda adornadas con plumas de colibrí y una jabalina azul también en la diestra (signo de habilidad).

Al punto, precipitándose sobre su hermana, la mató; luego y sirviéndose de Xiuhcoaltl, la serpiente de fuego, su atributo distintivo, exterminó a los Centzon-Huitznahuas y a cuantos habían complotado contra su madre.
Se solía representar a este dios como un guerrero con la parte alta de la cara pintada de negro, cubierto con una armadura de plumas y llevando en la mano izquierda un escudo y en la derecha el xiuhcoaltl. En su calidad de dios tribal, le estaba dedicado el templo de México. Los corazones de las víctimas que eran sacrificadas en su honor, eran puestos en recipientes de piedra llamados quanhxicalli, recipientes del águila, alusión a una de las formas del dios. Tal vez una divinidad más antigua que él (cuyo hermano era Tezcatlipoca, espejo brillante, dios del invierno y no se sabe el porqué, también de la justicia) era sin duda Quetzalcoaltl, la serpiente emplumada, que los aztecas debieron de encontrar ya al conquistar México.
Se decía que esta serpiente había tenido que retirarse ante el ataque de los aztecas, acabando por embarcarse para ir hacia los países del Este, al otro lado del Atlántico. Pero que un día volvería a tomar el desquite. Esta antigua creencia no dejó de ayudar mucho a Cortés, que al tener noticia de la tradición, la empleó y la explotó para sus alianzas con las tribus enemigas de Moctezuma cuando su prodigiosa conquista de México.


Tezcatlipoca (espejo humeante):
Era el dios del Sol; personificaba el sol del verano, que madura las cosechas, pero que trae también la sequedad y la esterilidad. Como dios de la tarde, era asimilado a la Luna. Recibía diversos nombres, según las fiestas en que era invocado, algunas de las cuales le estaban consagradas en su calidad de dios de la música y de la danza. Era invisible e impalpable, apareciendo, a veces, a los hombres, bajo la forma de una sombra fugitiva, de un monstruo espantoso o de un jaguar.
Según una leyenda, Tezcatlipoca erraba por las noches bajo la forma de un gigante, envuelto en un velo ceniciento y llevando su cabeza en la mano. Cuando los temerosos le veían morían, pero el hombre bravo le agarraba y le decía que no le soltaría hasta por la mañana. El gigante suplicaba que le soltase y maldecía. Si el hombre conseguía retener al monstruo hasta el alba, éste entonces cambiaba de humor, le ofrecía riquezas y poderes invencibles con tal de que le dejase partir antes del amanecer. El hombre victorioso recibía entonces, del vencido cuatro espinas como prenda de su victoria. Luego el hombre valiente le arrancaba el corazón y se lo llevaba a su casa. Pero al desdoblar la tela en que lo había metido no encontraba sino plumas blancas o una espina, o ceniza, o harapos. Los aztecas le temían más que a todo otro dios y le ofrecían también sacrificios sangrientos. Cada año, el más hermoso de entre los jóvenes cautivos era escogido para personificarle. Le enseñaban a cantar, a tocar la flauta, a llevar flores y a fumar. Le vestían suntuosamente y ponían ocho pajes a su servicio. Durante todo el año le prodigaban toda clase de honores y placeres. Veinte días antes de la fecha dispuesta para el sacrificio le daban como mujeres a cuatro jóvenes, que personificaban a cuatro diosas. Luego empezaban una serie de fiestas y danzas. Llegado el día fatal, el joven dios era conducido con gran pompa fuera de la ciudad y sacrificado en la última plataforma del templo. De un solo golpe con un cuchillo de obsidiana, el sacerdote le abría el pecho y le sacaba el corazón palpitante, que ofrecía al Sol.
Tezcatlipoca era el gran enemigo de Quetzalcoatl, cuyo mito parece evocar una gran lucha étnica. Tezcatlipoca no pensaba sino en la destrucción de los de Tula, es decir, de los toltecas, de los que Quetzalcoatl era el dios más importante antes de llegar a ser, luego de la caída de los toltecas, una de las principales divinidades aztecas.
Un día los de Tula vieron entrar en la ciudad tres brujos, uno de los cuales no era otro que Tezcatlipoca bajo la apariencia de un hermoso joven. Este consiguió seducir a la sobrina de Quetzalcoatl, hija del rey Uemac, lo que le permitió extender el Tula el gusto a la desobediencia a las leyes y el vicio. En una gran fiesta bailó y entonó un cántico mágico. Pronto fue imitado por un gran número de toltecas, a los que condujo a un puente, que hundiéndose bajo su peso, hizo caer a la mayor parte al río, donde fueron convertidos en piedras. Poco después se mostró a los toltecas haciendo bailar mágicamente en su mano a un muñeco. Maravillados se amontonaron de tal modo para ver mejor el espectáculo prodigioso, que muchos murieron asfixiados. Entonces les dijo que debían matarle por los males que había ocasionado. Le mataron, en efecto, mas al punto su cuerpo empezó a exhalar tal olor, que muchísimos de los toltecas morían. En fin, tras muchas pérdidas, consiguieron sacarle fuera de la ciudad cuando ya casi la había arruinado.
Tezcatlipoca era representado con cabeza de oso y ojos muy brillantes. Llevaba en la cara rayas amarillas y negras. Su cuerpo era negro también y sus tobillos estaban llenos de campanillas, provocaba discordias y la guerra. Pero también era dispensador de riquezas. Los aztecas le atribuían el poder de destruir el Mundo si le placía. Como la mayor parte de los otros dioses, resucitó y volvió del cielo a la tierra.

Quetzalcoatl (El dios el Viento):
Quetzalcoatl fue conocido desde tiempos anteriores y era considerado como una divinidad del Viento, en la leyenda Tolteca se le dio una mezcla de características humanas y sobrenaturales. Y su nombre fue usado por Reyes y Sacerdotes, por ello se deben hacer distinciones precisas. En la Leyenda Tolteca Quetzalcoatl fue un reformador religioso que predico con una conducta diferente, por lo cual entro en choque con el Sacerdocio de Tezcatlipoca, el cual lo venció y lo expulso de Tula.
Se cree también que esta lucha se produjo por las diferencias que existían entre el mismo pueblo, las diferencias se cree que eran sociales y económicas; ya que los Olmecas eran quienes poseían la mejor situación y cultura, mientras que los Nahuas eran más pobres y su tradición religiosa era más primitiva. Se supone que Quetzalcoatl se marcho de Tula en compañía de sus discípulos y prometio según la Leyenda que algún día regresaría por el Oriente. Llegando a la costa se convirtió en la Estrella matutina. Otra leyenda mas cuenta que al retorno del mismo (en la cual se decía Blanco y Barbado) influyo en la mentalidad después al tiempo de la Conquista, ya que decía que Cortes era la reencarnación de Quetzalcoatl.
Después que un pequeño grupo de Toltecas emigraron hacia el sudeste y su influencia se registro en el área Maya, en donde Quetzalcoatl fue nombrado con el nombre de Kukulcan. Pero no solo fue este el nombre con el cual se le conoció, si no que es solo uno de los nombres que se le dieron con el paso de el tiempo y las culturas que lo adoraban.
Entre los nombres que se le atribuyen están:
Dios del Viento, Dios de la Vida, El planeta Venus y el Dios de los Gemelos, Quetzalcoatl, Ehecatl, Tlahuizcalpantecuhtli y Ce Acatl

SU EMPERADOR


En 1473 tuvo una guerra con Moquíhulx, último soberano de Tlatelolco, quien había estado conspirando para formar una coalición contra los Tenochcas integrado por varios señores de los valles de México y Toluca. Denunció el complot a Axayácatl una hermana suya casada con Moquíhuix, ofendida por el abandono en que éste la tenía a causa de la preferencia que daba a otras mujeres. Sabedor de lo que contra él se tramaba, el rey tenochca atacó de improviso a los tlatelolcas, que se defendieron obstinadamente en su último reducto, el templo mayor. Moquíhuix pereció en la lucha y los tlatelolca quedaron sin soberano propio, obedeciendo desde entonces al de Tenochtitlan, hasta que se restauró la monarquía tlatelolca en 1515 con Cuauhtémoc, quien, años después, gobernó también en Tenochtitlan.
Resentido Axayácatl, por haber conspirado con Moquíhuix algunos de los señoríos independientes matlatzincas, otomíes y mazahuas del valle de Toluca, corno los de Toluca, Xocotitlan y Xiquipílco, los atacó y conquisto tras ardua contienda en 1480. Enseguida se enfrentó a los tarascos en los confines de los Estados de México y Michoacán, pero éstos acometieron con tal ímpetu desde las fortificaciones hechas de madera que tenían en Tajimaroa (Ciudad Hidalgo), que derrotaron al ejército mexica. Por primera vez encontraban los Tenochcas un enemigo irreductible. Para atajar la expansión de los tarascos en Guerrero, que ocupaban ya las tierras bajas de Michoacán y de la cuenca del Balsas, se adueñó Axayácatl de Oztuma en el noroeste de dicho Estado y estableció allí una guarnición. Realizó también otras conquistas de regiones situadas al norte del Balsas, cuya subyugación, iniciada por ltzcóatl, había sido proseguida por Moteczuma.
Aunque alguna fuente histórica atribuye a Axayácatl la conquista de Oaxaca, en realidad esta codiciada prenda cayó en poder de los mexicas bajo el reinado de Ahuízotl.
En 1479 se dedicó la "Piedra del Sol" o "Calendario Azteca", porque en ese año, equivalente en la cuenta indígena a 13 ácatl, se conmemoraba la creación del quinto sol, ocurrida en ese mismo signo.
Dos años después falleció Axayácatl y le sucedió su hermano Tizoc quien sólo gobernó cinco años, ya que murió envenenado en 1486. A pesar de que se le ha pintado como un rey cobarde, emprendió conquistas importantes, como la de la región de Nauhtla, Veracruz, efectuada coordinadamente con Nezahualpilli, hijo y sucesor de Nezahualcóyotl y también la reconquista de Yanhuitlan, Oaxaca. Además, en la "Piedra de Tízoc" aparecen otras victorias suyas, solo que en su lugar, como vencedor, figura el dios Tezcatlipoca.
Bajo Ahuízotl, sucesor y hermano de los anteriores, alcanzó el imperio mexica su máxima expansión. Como después de la gran hambre de 1450-54 cada nuevo soberano tenochca, al ascender al trono, iniciaba una campaña contra señoríos aún sin someter, para agregar más territorios al imperio y obtener suficientes cautivos con qué propiciar a los dioses, y como se acercaba además la dedicación del Templo Mayor, erigido en honor a Huitzillopochtli, se requerían numerosas víctimas. Para obtenerlas Ahuízotl hizo la guerra a los huastecos de la provincia de Xiuhcóac o Tziuhcóac (llamado por los españoles "Cicoaque"), y después a los zapotecas, logrando conquistar todo el valle de Oaxaca. De ambos sitios obtuvo innumerables prisioneros. Con el holocausto de no menos de 20,000 se solemnizó en 1487 la dedicación del Templo Mayor de Tenochtitlan. Aterrorizados ante el relato de esta hazaña inaudita, los habitantes de los más remotos confines de Mesoamérica, temblaron ante la posibilidad de que de entre ellos se reclutasen las próximas víctimas y el nombre del fiero monarca tenochca inspiró un pavor tal que todavía hoy se llama "ahuizote" a alguien a quien se teme constantemente o que produce una molestia continua.
Ahuízotl se lanzó de nuevo sobre los paraísos veracruzanos arrasando y diezmando pueblos que se habían rebelado. A las provincias asoladas se llevaron colonias mexicas que reforzaron el predominio de la lengua nahua. Sojuzgó también este rey la mayor parte del Estado de Guerrero, extendiendo los dominios de su imperio hasta la desembocadura del Balsas.
En 1486 las huestes mexicas se apoderaron del valle de Oaxaca y, siguiendo la ruta de la actual carretera, sometieron a Tehuantépec en 1498. Continuaron su marcha victoriosa por la costa del Soconusco hasta apoderarse de la actual población guatemalteco de Ayutla. La penetración de los "pochtecas" o comerciantes por tierras centroamericanas es prueba de que preparaban una próxima agresión, y es seguro que el sucesor de Ahuízotl se proponía conquistar a los quichés y cakohíqueles cuando llegaron los españoles. Un golpe en la cabeza contra un dintel de piedra al tratar de escapar de una inundación que se produjo en Tenochtitlan en 1502 causó la muerte al más temible conquistador mexica. Con él terminó la etapa de los grandes caudillos militares y se inició la de un monarca a punto de ser divinizado.
Le sucedió Moteczuma II Xocoyotzin, originalmente sacerdote modesto y humilde muy versado en su religión, a quien el poder ensoberbeció pronto y convirtió en una especie de sátrapa oriental. A él tocó sofocar serias rebeliones en La Míxteca y conquistar allí regiones que nunca antes habían sido sometidas. También bajo su reinado disminuyó aún más el poder de Texcoco que había empezado a declinar a la muerte de Nezahualcóyotl. El hijo de éste, Nezahualpilli, que heredó el trono a los ocho años de edad, quedó bajo la tutela de Axayácatl, y desde entonces los Tenochcas se consideraron como tutores de los tetzcocanos. Cuando llegó el momento de elegir sucesor, Moteczuma impuso a Cacamatzin, en 1516.
Moteczuma murió en 1520. Su imperio abarcó casi todo Veracruz, Puebla, Hidalgo, México, Morelos, gran parte de Guerrero y Oaxaca y las costas de Chiapas. Todo este territorio -más el reino tarasco- constituyó el núcleo de lo que fue la Nueva España y es hoy la República Mexicana. Dentro de aquél estaban enclavados, como señoríos independientes, Tlaxcala, Meztítlan, Yopitzingo y Tututépc.

FUNDACION DE TENOCHTITLAN

En aquel islote fue donde, según la historia, vieron la señal expuesta por Huitzillopochtli: el águila devorando una serpiente sobre un nopal y empezaron a edificar Tenochtitlan en 1345. Doce años después otro grupo mexica se estableció en un islote contiguo, fundando Tlatelolco en 1357. Tenochcas y tlatelolcas quedaron sometidos al señor de Azcapotzalco, pagando en los primeros años tributos muy onerosos.
Ténoch conservó la suprema autoridad hasta su muerte en 1369. Dos años antes, en 1367, los mexicas conquistaron Culhuacán en provecho de Tezozómoc (señor Tepaneca, vecino de Huejotzingo y Tlaxcala), y los señores que allí reinaban encontraron asilo en Coatlichan. A la muerte de Ténoch, algunos nobles mexicanos fueron a solicitar a Coatlichan que un príncipe culhua, llamado Acamapichtli, viniese a residir en México, aunque todavía no con la calidad de rey, que sólo tuvo a partir del año de 1376.
Tezozómoc estimó conveniente convertir a los mexicas de soldados mercenarios en socios de sus empresas de conquista. Así, después que los Tenochcas conquistaron Culhuacán en 1367 y los tlatelolcas Tenayuca en 1371, alcanzaron el rango de señoríos Tlatelolco y Tenochtitlan: el primero, en 1375, con Cuacuahpitzáhuac como rey, hijo de Tezozómoc, quien gobernó hasta 1409 o 1418; el segundo, en 1376, cuando subió al trono Acamapichtli, descendiente de los antiguos señores toltecas de Culhuacán, lo cual habría de inducir a los Tenochcas a considerarse corno herederos de las posesiones que habían pertenecido al imperio de Tula.
Gracias a las conquistas de Acarnapichtl; -Xochímilco (1376), Mizquic (1378) y Cuitláhuac (1393)- quedó en poder de Tezozómoc el sur del Valle de México, excepto el señorío de Amecameca, aliado suyo. El último terreno que cayó en manos del señor tenochca fue el importante y extenso señorío de Cuernavaca, que se prolongaba hacia el sur, probablemente hasta el río Balsas, en el que abundaba el algodón, que ahora afluyó al Valle de México, utilizándosele para la fabricación de telas.
Acamapichtli falleció en 1396; le sucedió su hijo Huitzilihuitl (1397-1417), quien engendró un vástago, Moteczuma llhuicamina, con la hija del señor de Cuernavaca, en 1398.
Huitzilíhuitl derrotó a los xaltocameca en 1400, a los de Chalco-Atenco en 1410 y combatió a los de Texcoco en compañía del señor de Tlatelolco y de otros vasallos de Tezozómoc. Se convirtió en un auxiliar tan valioso para Tezozómoc, que éste le dio en matrimonio una hija suya, unión de la que nació Chimalpopoca, quien sucedió a su padre en el trono de Tenochtitlan en 1417, cuando apenas tenía 12 años.
A medida que Tezozómoc asoció más estrechamente en sus empresas a sus vasallos mexicas, fueron disminuyendo los onerosos tributos que al comienzo les impuso hasta que, cuando Chimalpopoca subió al trono, por afecto a él, suprimió esas cargas y permitió que los Tenochcas gozaran de una situación de privilegio, cosa que disgustó a una parte considerable de los tepanecas.
En 1418 Tezozómoc y sus aliados mexicas conquistaron Texcoco, ciudad que entregó aquél dos años después a Chimalpopoca. El tirano de Azcapotzalco, que murió en 1427, parece haber escogido como sucesor a su hijo Tayatzin, pero un hermano mayor de éste, Maxtla, le usurpó el trono. Poco después, al saber el usurpador que Chimalpopoca conspiraba, junto con otros señores, para derrocarlo y restablecer a Tayatzin, mandó encarcelarlo. Consideró esto el señor de Tenochtitlan como una terrible afrenta que lo indujo a darse la muerte. Entonces los Tenochcas eligieron rey a Itzcóatl, hijo de Acamapichtli y medio hermano de Huitzilihuitl.
Mientras tanto, Nezahualcóyotl que, tras la pérdida de su trono de Texcoco en 1418, había vivido exiliado entre los huejotzingas y tlaxcaltecas, con cuyos señores trabó amistad, consiguió ayuda militar de ellos y celebró una alianza con ltzcóatl. Luego, aprovechando el resentimiento que guardaban los Tenochcas por los agravios que Maxtla infirió a Chimalpopoca, emprendió una lucha contra Maxtla en 1427. Logró, con sus aliados, vencer a Azcapotzalco en 1428, merced a la ocupación previa de Tacuba que sirvió como "cabeza de playa" para el ataque de la capital tepaneca. Entonces parece que Maxtla huyó a Coyoacán, lugar donde había gobernado antes de convertirse en señor de Azcapotzalco, luego a Cuauhximalpan y después a Tasco, sitio en que murió en 143l.
Aunque había caído la capital de los tepanecas, Nezahualcóyotl e ltzcóatl, aliados ahora con el señor tepaneca de Tacuba, tuvieron que continuar luchando contra varios señoríos que habían formado parte de aquel imperio, y por eso les fue preciso llevar al cabo numerosas conquistas como la de Xochimilco en 1430 y la de Texcoco en 1431. En este año recuperó Nezahualcóyotl su trono y tres años más tarde se constituyo la Triple Alianza integrado por los señores de Texcoco, de Tenochtitlan y de Tacuba que, de común acuerdo, se repartieron los territorios hasta entonces sojuzgados y establecieron además el convenio de que los señoríos que posteriormente dominasen deberían pagarles tributo: dos quintas partes a Texcoco, otras tantas a Tenochtitlan y sólo una a Tacuba.

SU CULTURA




Cultura: Ciencia: Astronomía
Era una de las ciencias de más tradición para los aztecas. gracias a sus observaciones determinaron con gran precisión las revoluciones del sol, de la luna, de venus, y, tal vez, de Marte; agruparon las estrellas en constelaciones (que no coinciden con las nuestras); conocieron la existencia de los cometas; la frecuencia de los eclipses de sol y de luna; y pudieron crear un complejo calendario.Esta observación del cielo les permitió también desarrollar conocimientos de metereología y así predecir las heladas o establecer las características de los vientos dominantes.
No obstante, cada fenómeno atmosférico era asociado a un dios: a Tlaloc las lluvias, a Quetzalcóatl Ehecatl los vientos.
Cultura: Ciencia: Medicina
La medicina también tuvo un gran grado de desarrollo. Con su conocimiento de la naturaleza distinguieron propiedades curativas en diversos minerales y plantas. Los sacrificios humanos religiosos (que incluían la extracción del corazón y el desmembramiento del cuerpo) favorecieron un buen conocimiento de anatomía.Sabían curar fracturas, mordeduras de serpientes. Posiblemente hubo "odontólogos" encargados de realizar deformaciones dentales.Aunque la medicina era practicada por hombres y mujeres, parece ser que sólo las mujeres podrían encargarse de ayudar en los partos. La medicina estuvo muy ligada a la magia, pero el hecho de no atribuir la causa científicamente correcta a cada enfermedad no significó que no se aplicase el remedio conveniente.
Cultura: Arte: Orfebrería
Gracias a sus conocimientos de física los orfebres pudieron emplear varias técnicas en su trabajo (como la de la cera perdida), fundir oro con la plata, etc. Elaboraban todo tipo de figuras y adornos pulseras, collares, pectorales, pendientes, etc. Frecuentemente el metal se combinaba con piedras preciosas (turquesa, amatista, jade, cristal de roca) o con conchas.
Cultura: Arte: Arquitectura
Se construyeron pirámides escalonadas en Cholula, Xochicalco y Teotihuacán.
Cultura: Arte: Escultura
Los aztecas fueron hábiles escultores. realizaban esculturas de todos los tamaños, diminutas y colosales, en ellas plasmaban temas religiosos o de la naturaleza. Captaban la esencia de lo que querían representar y luego realizaban sus obras con todo detalle.
En las esculturas de gran tamaño solían representar dioses y reyes. Las de pequeño tamaño se reservaban para la representación de animales y objetos comunes. Se usó la piedra y la madera y, en ocasiones se enriquecían con pintura de colores o incrustaciones de piedras preciosas.
Cultura: Arte: Pintura
El color es fundamental en la pintura. Se trata de un color plano, sin matices ni sombras y, posiblemente con connotaciones simbólicas. Aparece ligada a la arquitectura, decorando los edificios.
Cultura: Arte: Plumería
Los adrornos hechos con plumas tuvieron gran importancia en América Central. Las plumas más apreciadas eran las del quetzal (verdes) las del tlauquecholli (rojas) y las del xiuhtototl (azul turquesa). Con ellas hacían tapices y adornaban mantas, máscaras rituales, escudos o trajes de guerreros.

VIDA COTIDIANA


Vida cotidiana. Educación
La educación era obligatoria. Las chicas eran educadas por sus madres en casa para realizar las tareas del hogar. Sólo las nobles podían ir a aprender a una especie de monasterio donde vivían hasta el momento del matrimonio. Para los chicos había dos tipos de escuelas: el telpochcalli y el calmecac. En el primero se estudiaba en la escuela pero se iba a dormir a casa; el segundo era un internado prácticamente reservado a los nobles.
La enseñanza de la religión era muy importante , pero también se aprendía escritura, lectura, historia y música.
Vida cotidiana. Sexualidad

Sólo había dos formas de relaciones sexuales permitidas: las que tenían lugar dentro del matrimonio; y las de guerreros solteros con sacerdotisas dedicadas a la prostitución ritual. Estas últimas estaban protegidas por la diosa Xochiquétzal, se presentaban adornadas y maquilladas y proporcionaban al hombre alucinógenos y afrodisiacos que estimulasen su apetito sexual. Siempre mantenían este tipo de relaciones antes de que lso guerreros partiesen a la batalla. El adulterio, sin embargo era severamente castigado (ver: leyes).
Cada aspecto de la vida sexual estaba asociado a un dios diferente. Así, Xochipilli era el dios de las flores, del amor, de la fertilidad y de las relaciones sexuales ilícitas; al igual que su esposa, la diosa Xochiquétzal, quien, además era protectora de la prostitución (que como se ha dicho antes, era lícita). Por su parte, Tlazoltéotl era la diosa del placer, la voluptuosidad, la fecundidad y la fertilidad. Ella protegía a las parturientas, a las parteras, a los hechiceros relacionados con el mundo amoroso y a los hombres de intensa actividad sexual.

SOCIEDAD


El emperador azteca poseía un poder ilimitado, que abarcaba todas las cosas y todas las personas. Junto a él, los guerreros y sacerdotes formaban el grupo social de mayor poder. Los guerreros eran el principal apoyo del emperador y permitió la creación de un imperio muy poderoso pero aislado políticamente.
Apenas había grupos sociales intermedios. Si acaso, los comerciantes enriquecidos de la capital, que conseguían ascender intercambiando sus riquezas por prestigio en las fiestas que organizaban y ofreciendo alguno de sus esclavos como victima de un sacrificio ritual (cosa poco frecuente por ser muy costosa).
La mayor parte de la población eran artesanos, agricultores, servidores públicos, etc., que se organizaban en grupos de parentesco llamados calpulli.
También había esclavos que se usaban para el trabajo agrícola, el transporte, el comercio o el servicio doméstico. Algunos lo eran temporalmente, hasta que pagaran una deuda o una condena. Otros eran prisioneros de guerra que podían ser sacrificados a Huitzilopochtli
.

SOCIEDAD


El emperador azteca poseía un poder ilimitado, que abarcaba todas las cosas y todas las personas. Junto a él, los guerreros y sacerdotes formaban el grupo social de mayor poder. Los guerreros eran el principal apoyo del emperador y permitió la creación de un imperio muy poderoso pero aislado políticamente.
Apenas había grupos sociales intermedios. Si acaso, los comerciantes enriquecidos de la capital, que conseguían ascender intercambiando sus riquezas por prestigio en las fiestas que organizaban y ofreciendo alguno de sus esclavos como victima de un sacrificio ritual (cosa poco frecuente por ser muy costosa).
La mayor parte de la población eran artesanos, agricultores, servidores públicos, etc., que se organizaban en grupos de parentesco llamados calpulli.
También había esclavos que se usaban para el trabajo agrícola, el transporte, el comercio o el servicio doméstico. Algunos lo eran temporalmente, hasta que pagaran una deuda o una condena. Otros eran prisioneros de guerra que podían ser sacrificados a Huitzilopochtli.

SU RELIGION Y CREENCIAS


Según los aztecas el mundo fue creado y destruido cuatro veces. Luego fue creado por los dioses por quinta vez. Ellos hicieron la tierra y la separaron del cielo. Después el dios Quetzalcóatl creó los hombres y las plantas que los alimentan. Los aztecas contaban esto así:
«Hicieron luego el fuego, y hecho, hicieron medio sol, el cual, por no ser entero, no relumbraba mucho, sino poco. Luego hiciron a un hombre y a una mujer: al hombre le dijeron Uxumuco y a la mujer Cipactonal. Y mandáronles que labrasen la tierra; y a ella que hilase y tejiese. Y que de ellos nacerían los macehuales, y que no holgasen, sino que siempre trabajasen. Y a ella le dieron los dioses ciertos granos de maíz, para que con ellos curase y usase de adivinanzas y hechicerías, y así lo usan hoy en día de hacer las mujeres.»
Tenían numerosos dioses:
Coatlicue, la diosa de la tierra.
Huitzilopochtli, el dios de la guerra.
Frecuentemente aparece en la poesía Ipalnemoani (por quien se vive), la fuerza suprema.
Cada aspecto de la vida sexual estaba asociado a un dios diferente. Así, Xochipilli era el dios de las flores, del amor, de la fertilidad y de las relaciones sexuales ilícitas; al igual que su esposa, la diosa Xochiquétzal, quien, además era protectora de la prostitución (que como se ha dicho antes, era lícita).
Por su parte, Tlazoltéotl era la diosa del placer, la voluptuosidad, la fecundidad y la fertilidad. Ella protegía a las parturientas, a las parteras, a los hechiceros relacionados con el mundo amoroso y a los hombres de intensa actividad sexual.
Cada fenómeno atmosférico también era asociado a un dios: a Tlaloc las lluvias, a Quetzalcóatl Ehecatl los vientos.
Según los aztecas sólo se vive una vez, y la vida esta llena tanto de sufrimiento como de alegría y la única manera de perdurar tras la muerte es alcanzar la fama, si bien la propia fama desaparece cuando los mueren los que recuerdan al difunto.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

martes, 17 de noviembre de 2009

SU HISTORIA


El llamado Imperio azteca fue un estado que floreció en el siglo XIV en Mesoamérica. Fue encabezado por los mexicas —llamados erróneamente aztecas—, un pueblo que, de acuerdo con algunos documentos históricos como la Tira de la Peregrinación, era originario de un sitio conocido como Aztlán, al que se suele ubicar fuera de los confines de Mesoamérica. Sin embargo, parece plausible que los mexicas fueran un pueblo de tradición cultural netamente mesoamericana y no los descendientes de grupos chichimecas dedicados a la cacería y la recolección.
Los mexicas y sus aliados establecieron su dominio sobre numerosos pueblos, especialmente en el centro de México, la región de Guerrero y la costa del golfo de México, así como algunas zonas de
Oaxaca. Poseían además enclaves en varias posiciones estratégicas en la región de Tabasco (Xicalanco) y dominaban la ruta entre el corazón de Mesoamérica y la rica región del Xoconochco —ubicada en el sur del actual estado mexicano de Chiapas— que era regida directamente por los mexicas.